Hongos en bebés: ¿Cómo identificarlos y tratarlos?
La piel de los bebés es delicada y, por tanto, susceptible de sufrir algunos problemas. Uno de los más frecuentes son los hongos, organismos microscópicos que pueden encontrarse en el ambiente de forma natural, incluyendo la piel y las mucosas de los seres humanos. Sin embargo, en ciertas circunstancias, estos hongos en bebés pueden proliferar y causar infecciones.
Aunque pueda parecer alarmante, es importante recordar que estos inconvenientes son comunes y tratables aunque, en casos raros, pueden requerir atención médica especializada. Sin embargo, como padres, es esencial comprender cómo prevenir y tratar los hongos en bebés para mantener la piel de nuestro pequeño sana.
Las infecciones por hongos más frecuentes
Los bebés son especialmente susceptibles a ciertas infecciones por hongos debido a su piel inmadura y al entorno húmedo y cálido en el que a menudo se encuentran. Algunas de las infecciones por hongos más comunes en bebés aparecen en la cara, genitales o vulva, culete o en la propia piel del bebe y los más habituales son los siguientes:
El muguet
El hongo ‘Candida albicans’ produce la candidiasis oral tan frecuente en bebés lactantes, aunque también puede aparecer en otras etapas de la niñez. Este hongo está de manera natural en la boca y en el tubo digestivo pero, cuando el sistema inmune se debilita, este hongo se aprovecha y crece desmedidamente.
Situaciones más frecuentes en las que aparece el Muguet
- Los recién nacidos, hasta los 6 meses, son más propensos a padecerla en las comisuras de la boca o como placas blanquecinas en labios, lengua o interior de las mejillas. Cuando un bebé padece muguet, es habitual que tenga molestias al comer y succionar.
- También puede aparecer la candidiasis oral tras la toma de antibióticos por otra infección bacteriana, ya que esta medicación elimina tanto las bacterias infecciosas como las buenas y el hongo crece a sus anchas.
Qué hacer si tu bebé tiene muguet
- El primer paso ante la sospecha de muguet es acudir al médico para confirmar el diagnóstico.
- El pediatra será el que determine el tratamiento en función de la afectación. Normalmente se recetan antimicóticos o antihongos en gel o pomada, pero pueden administrarse vía oral también.
- Ante la toma de antibióticos, se puede recomendar la toma de probióticos o de lácteos con lactibacilos para reforzar el buen estado de las mucosas.
- El muguet puede prevenirse extremando la higiene de chupetes y tetinas. Si se da el pecho, habría que comprobar que la madre no sufre también la infección.
- La candidiasis oral de repetición deberá ser estudiada por el pediatra para descartar otras enfermedades.
Candidiasis en los genitales
El mismo hongo ‘Candida albicans’ que provoca el muguet o candidiasis oral puede causar hongos en bebés, pero está vez en sus genitales. Al estar presente en el tracto digestivo de manera natural, cuando hay un desajuste, el hongo oportunista crece descontroladamente.
Este hongo es frecuente en adultos, por lo que se sabe que causa, principalmente, picor. Los bebés no pueden expresarse de la misma manera, así que suele detectarse por el enrojecimiento de los genitales y por la presencia de flujo blanquecino anormal, ya que es más habitual en niñas.
Además, al llevar pañal, la presencia de humedad y de calor es el caldo de cultivo perfecto para la candidiasis en los genitales de los bebés. Por lo que se puede evitar cambiando el pañal con frecuencia y, como en el muguet, se trata con antimicóticos recetados por el pediatra.
Pie de atleta o tiña en los pies
Conocida técnicamente como tinea pedis, la tiña en los pies está causada por un hongo que se alimenta de las células muertas de la piel. La expresión “pie de atleta” se usa porque esta infección es frecuente en deportistas por sus condiciones: pies húmedos por sudor, piscinas o vestuarios, el caldo de cultivo perfecto.
En el caso de los hongos en bebés, la tiña en los pies suele aparecer por ese exceso de humedad al tener los deditos tan juntos y querer mantenérselos bien abrigados. Por eso, es importante secarlos bien después del baño, dejarlos al aire siempre que se pueda y mantener la higiene tanto en zapatos como en calcetines.
Los síntomas más frecuentes del pie de atleta es el enrojecimiento de la zona y su aumento de temperatura, acompañados por descamación de la piel e, incluso, supuración con dolor. En algunas ocasiones pueden verse afectadas las uñas volviéndose amarillentas y quebradizas. ¿La solución? Cremas y pomadas antimicóticas recetadas por el pediatra, pero es importante intentar evitar que se rasquen para que el hongo no se extienda a las manos.
Tiña en la cabeza
En la línea del pie de atleta, la tinea capitis es una infección del cuero cabelludo provocada por un hongo. De hecho, la tiña en la cabeza es una de las afecciones más comunes en pediatría. Además de ser muy contagiosa entre personas, la tiña puede extenderse a otras zonas cercanas como las cejas, la frente y las uñas al producirse los rascados.
Los bebés suelen empezar padeciendo una pequeña roncha roja que va creciendo en forma de círculo e, incluso, formando varios anillos de piel irritada. La erupción comienza a abultarse, a calentarse y a provocar tanto dolor como picor. De hecho, esa zona se puede llegar a escamar y puede producir calvas en el cuero cabelludo de los bebés.
En función de la extensión de la lesión, el pediatra recetará antimicóticos orales o tópicos, un tratamiento sencillo o efectivo tras descartar algunos tipos de dermatitis comunes como la costra láctea. Pero para evitar la tiña en la cabeza, lo importante es mantener la cabeza del niño seca y limpia, lavarse las manos antes de tocarle y no compartir accesorios como gorros o peines.
Dermatitis del pañal
Por definición, cualquier dermatitis es una irritación de la piel. En el caso de los bebés, es habitual en la zona del pañal por sus condiciones: humedad y calor. Esa irritación normalmente está causada por la composición tanto de la orina como de las heces. Sin embargo, la presencia natural de hongos en la piel y en los genitales de los bebés pueden provocar una infección por hongos, mayoritariamente por el hongo ‘Candida albicans’ del que ya hemos hablado.
En cualquier caso, debe ser el pediatra el que examine la irritación que sufre el bebé en la zona del pañal y determine tanto la causa como el tratamiento, pues los síntomas comunes son el enrojecimiento y la inflamación de la piel. Los hongos se tratarán con pomadas antimicóticas, la dermatitis del pañal puede aliviarse con una pasta al agua para bebes protectora.
Cómo se pueden evitar o tratar los hongos en bebés
Dado que los hongos están presentes de manera natural en el cuerpo humano, resulta imposible erradicarlos y difícil evitarlos en ciertas circunstancias. Aun así, puedes seguir estos consejos para evitar y tratar los hongos en bebés:
- Acude al pediatra ante cualquier sospecha de hongos para tener un diagnóstico y un tratamiento adecuado.
- Evita el exceso de humedad en las zonas problemáticas: pañal, cabeza, pies, pliegues de la piel (cara, ingles, cuello, etc.).
- Ponle a tu bebé calzado adecuado de goma en piscinas y vestuarios y procura que no ande descalzo en estos espacios.
- Revisa periódicamente a las mascotas, pueden ser transmisores de hongos como la tiña.
- No todas las afecciones de la piel son hongos: vigila las lesiones, conoce los síntomas y mantén la calma.
- Procura que tu bebé tenga sus propios accesorios y productos: gorros, peines, cremas y geles específicos para su piel, etc.
- Extrema la atención durante y después del uso de algunos medicamentos que favorecen la aparición de hongos como los antibióticos y los corticoides. El pediatra podrá recomendar su toma conjunta con probióticos y otros suplementos que refuercen el sistema inmunitario con el objetivo de que los hongos oportunistas no campen a sus anchas.
