Tipos de erupciones en la piel de los niños y cómo tratarlas
Cualquier anomalía o cambio en la piel de los más pequeños suele generar cierta intranquilidad en los padres, aunque lo cierto es que la mayoría de las erupciones o sarpullidos infantiles son fáciles de tratar y tardan poco en desaparecer. En algunas ocasiones, simplemente desaparecen sin saber a ciencia cierta qué ha sido lo que lo ha originado.
A lo largo de este post vamos a tratar de analizar los distintos tipos de erupciones que suelen sufrir los más pequeños de la casa, desde las más habituales hasta las más desconocidas. Muchos de estos sarpullidos suelen estar causados por virus o por problemas dermatológicos, pero también otros muchos pueden aparecer en determinadas estaciones del año. A continuación, vamos a contaros cuáles son tipos de erupciones en la piel más frecuentes en niños y como puedes tratarlas.
Erupciones dermatológicas
· Dermatitis atópica (eccema)
Este tipo de dermatitis es una de las más frecuentes en los más pequeños. Se trata de una erupción roja, escamosa y con bastante picor que suele formar placas que aparecen y desaparecen, empeorando con el tiempo frío y seco. En los bebés lactantes el eccema suele aparecer en la cara, cuero cabelludo, zona del pañal, manos, brazos, pies y piernas. Según van creciendo, las lesiones son menores y se suelen centrar en las manos o brazos, parte anterior de los codos o detrás de las rodillas.
La dermatitis atópica es normalmente hereditaria y se cree que se debe a una variación genética que afecta a la capacidad de la piel para retener la humedad y proporcionar protección contra bacterías, alérgenos u otros factores. Aunque la mayoría de los niños superan esta dermatitis, otros la sufrirán durante toda su vida.
El tratamiento para la dermatitis atópica se basa en hidratantes específicos para la piel, jabones suaves, aire humidificado, cremas de corticoesteroides y fármacos para el picor.
· Dermatitis seborreica (costra láctea)
La costra láctea es una erupción descamada con una costra de color rojo y amarillento que se produce en la cabeza del bebé y que también puede ocurrir ocasionalmente en los pliegues cutáneos. La causa por la que aparece no se sabe a ciencia cierta, aunque es una afección inofensiva que suele desaparecer a los 6 meses de edad.
El tratamiento para la dermatitis seborreica, puedes utilizar puedes utilizar un champú calmante o masajear el cuero cabelludo del bebé con aceite mineral para ayudar a que la costra se vaya ablandando y sea más fácil de retirar. En el caso de que esto no funcione, sería necesario usar cremas de corticoesteroides.
· Quistes de milia
Estos pequeños quistes perlados suelen aparecer en la cara de los recién nacidos y tienen su origen en las primeras secreciones de las glándulas sudoríparas del niño. Los quistes de milia no necesitan ningún tipo de tratamiento y suelen desaparecer pasadas unas semanas del nacimiento.
Erupciones por picaduras
· Picaduras de insectos
Las picaduras de insectos también pueden provocar algún tipo de erupción en la piel de los más pequeños. Es muy común, sobre todo en los meses de más calor, que insectos como abejas, avispas, mosquitos o garrapatas hagan de las suyas y provoquen picazón e hinchazón en la zona de la picadura.
En algunos casos, estas picaduras pueden causar una alergia grave llamada anafilaxia, que suele manifestarse con sarpullidos y síntomas potencialmente mortales como hinchazón en las vías respiratorias. Otras veces, estas picaduras son menos graves y tan solo provocan hinchazón y picor en la zona. Por último, hay que tener en cuenta que algunos insectos pueden provocar enfermedades como la de Lyme, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas y el virus del Zika.
Erupciones por contacto
· Dermatitis del pañal
Este tipo de dermatitis suele aparecer cuando la piel del bebé entra en contacto con un pañal manchado por la orina o por las heces. Esta humedad en la piel del niño causa una irritación que provoca una erupción de color rojo brillante. Es fácil detectarla, puesto que suele aparecer en las zonas que cubre el pañal.
El color rojo intenso parece estar causado por una infección por el hongo Cándida, aunque también puede estar producido por bacterias. El principal tratamiento para la dermatitis del pañal consiste sobre todo en cambiar frecuentemente al niño para evitar que las heces o la orina sigan irritando la zona afectada. También es bueno lavar la piel del niño con agua y jabón suave y aplicar Pasta al agua protectora o una pomada que cree una barrera entre la piel y el pañal. Si la infección es por Cándida, es necesario aplicar una crema antimicótica. En caso de que sea por bacterias, lo mejor es una crema antibiótica.
· Dermatosis plantar juvenil
La dermatosis plantar juvenil, también conocida como síndrome del calcetín transpirado, ocurre cuando los pies se humedecen y se secan rápidamente una y otra vez. Esto suele causar un sarpullido rojo y liso en los pies del niño haciendo que la piel se pele, se agriete o se escame.
Lo mejor para la dermatosis plantar juvenil es utilizar un calzado que permita a los pies respirar, con materiales como malla o algodón, o usar calcetines más gruesos. También es bueno aplicar ungüentos humectantes o una crema con esteroides inmediatamente después de que se quite los zapatos o salga del agua.
· Sarpullidos causados por hiedra venenosa y otras plantas
Algunos sarpullidos pueden surgir por el roce de la piel con algunas plantas como la hiedra venenosa o el roble venenoso o zumaque, que contienen un aceite pegajoso llamado urushiol. El contacto con estas plantas puede provocar una reacción alérgica que cause enrojecimiento, hinchazón y ampollas. Otras plantas, como la chirivía o pastinaca silvestre, el perejil gigante y los cítricos pueden contener sustancias químicas que hagan que la piel tenga hipersensibilidad a la luz solar y causen un sarpullido por fitofotodermatitis.
Lo mejor para evitar este tipo de sarpullidos es hacer entender a los más pequeños cómo son estas plantas para que no se acerquen a ellas. También es necesario que observemos los lugares donde juegan, pidiendo que quiten ese tipo de plantas en caso de que sea necesario.
Si nuestro hijo finalmente ha tocado alguna de ellas, lo primero que debemos hacer es lavar toda la ropa y el calzado con agua y jabón. También habrá que lavar la zona de la piel afectada con agua y jabón durante unos 10 minutos después de haber tocado la planta. Si el sarpullido fuera leve, bastaría con aplicar una loción de calamina para calmar el picor o una crema de hidrocortisona al 1% para reducir la inflamación. Para casos más graves, siempre hay que consultar con el pediatra.
Erupciones por calor
· Sarpullido por calor
Este tipo de sarpullido también es conocido como sudamina o miliaria y se produce en bebés y niños pequeños cuando se tapan los poros de las glándulas sudoríparas y la transpiración no puede salir. Con el calor pueden aparecer parches de pequeños bultitos o ampollas rosas o rojas debajo de la ropa o de los sitios donde la piel se pliega, como cuellos, codos, axilas o muslos.
Para intentar evitar este tipo de sarpullido, lo mejor es mantener a los niños en temperaturas frescas, sobre todo en los meses de más calor. También es conveniente lavar con agua fresca las áreas de la piel que se mantienen húmedas con transpiración, orina o baba, y secarlas con pequeños toquecitos. Lo mejor en estos casos es dejar la piel al aire, sin aplicar ningún tipo de crema o ungüento.
Erupciones por infección
· Tiña (dermatofitosis)
La tiña es una infección causada por un hongo que se reproduce fácilmente en condiciones cálidas y húmedas. Este tipo de erupción es muy parecida al del pie de atleta y la comezón del deportista, y puede aparecer en el cuero cabelludo o en otras partes del cuerpo de los niños.
Este sarpullido suele formar manchas redondas u ovaladas cuyo centro se alisa a medida que crecen, mientras que los bordes se mantienen rojos y escamosos. Este hongo tiene gran capacidad de propagación, por lo que es muy habitual que aparezca en lugares con grandes cantidades de niños, como campamentos o actividades deportivas.
Para evitar la tiña es necesario revisar a las mascotas que pudieran tener el hongo y advertir a los niños que no compartan peines, gorros o cualquier objeto para la cabeza que pueda transmitirlo. Si solamente existe una lesión, basta con aplicar una crema recomendada por el pediatra, pero si son más o se extiende por el cuero cabelludo, será necesario un medicamento más fuerte y un champú especial.
· Impétigo
El impétigo es una infección bacteriana muy común en climas calurosos y húmedos, que suele desarrollarse cuando existe alguna grieta en la piel como puede ser el caso de una picadura de insecto. Se trata de un sarpullido que puede contener ampollas llenas de líquido o supurante con costras amarillas.
Una vez localizado el impétigo, debemos lavarlo con agua y jabón y taparlo para evitar contagios. Es importante que el niño no se rasque, ya que podría hacer que se propague rápidamente por otras partes. El pediatra puede recetarnos una crema antibiótica o un medicamento oral para casos más complejos.
· Picazón del nadador
La picazón del nadador es también conocida como dermatitis por cercaria o esquistosomiásica y aparece después de jugar en lugares con agua contaminada con los parásitos de caracoles infectados. La erupción sale por una reacción alérgica a estos parásitos que suelen encontrarse en aguas poco profundas y cálidas cerca de la costa.
Los parásitos hacen que aparezcan manchas rojizas y elevadas en la piel que no está cubierta por el bañador, pudiéndose formar incluso ronchas y ampollas. Para evitar que nuestros hijos se vean afectados por la picazón del nadador, lo mejor es evitar estas zonas pantanosas y secarles vigorosamente con una toalla nada más salir del agua o ducharles.
Si comprobamos que el niño está afectado, podemos usar compresas frías sobre el área afectada, o dar baños de sal, avena o pasta de bicarbonato de sodio para aliviar las molestias.
· Foliculitis
La foliculitis o sarpullido de jacuzzi surge como un sarpullido en forma de granitos con bastante picazón. El área por sonde salen los pelos de la piel se infecta e inflama, formando incluso ampollas llenas de pus.
Este sarpullido ocurre unas 12-48 horas después de que las bacterias que viven en las piscinas o jacuzzis se metan en los folículos pilosos de la piel, haciendo que se infecten. También puede ocurrir si usamos trajes de baño húmedos que no fueron bien lavados y secados.
Para evitar la foliculitis, es conveniente no visitar aquellas piscinas o jacuzzis que no tengan controlados los niveles de cloro, tratando en la medida de lo posible que los más pequeños no se metan, ya que corren más riesgo de infectarse que los adultos. Lo normal es que el sarpullido desaparezca por sí solo, pero habrá que consultar con el pediatra en caso de que empeore o dure muchos días.
· Larva migrans cutánea
Este tipo de sarpullido es conocido también como dermatitis serpiginosa y surge de los gusanos presentes en la arena contaminada con heces de mascota. Estos gusanos cavan túneles debajo de la piel, normalmente alrededor de los pies y las nalgas, apareciendo un sarpullido denominado “erupción reptante”, que puede crecer hasta varios centímetros por día.
Lo más importante para evitar esta afección es impedir que el niño juegue en zonas donde entran los animales a hacer sus necesidades, o que lo haga con calzado y sin tirarse a la arena. En caso de contagio, el pediatra recetará un antiparasitario y una crema para aliviar el picor.
· Virus del molusco
Esta es una infección viral que causa protuberancias nacaradas en la piel del pecho, espalda, brazos y piernas. Es altamente contagioso y se transmite sobre todo en las piscinas, tanto en el agua como por el contacto con objetos de personas infectadas.
En la mayoría de los casos, los moluscos no necesitan tratamiento y suelen desaparecer por sí solos a los 6-12 meses. Lo que sí hay que evitar a toda costa es que el niño se rasque, ya que podría propagar el virus y causar una infección bacteriana donde se abre la piel.
· Enfermedad de manos, pies y boca
Esta enfermedad viral es muy conocida por los padres que tienen a sus hijos en la guardería, ya que es bastante frecuente encontrarse con casos en los meses de verano y principio de otoño. Está causada por el Enterovirus Coxsackie y comienza con fiebre, dolor de garganta y un sarpullido con ampollitas en la boca, manos y pies, de ahí su nombre.
Aunque los primeros días son los peores, suele desaparecer en una semana ayudándonos de antitérmicos para la fiebre y remedios líquidos para las heridas de la boca. Después observaremos cómo la piel de los dedos y pies comienza a pelarse, aunque suele ser inofensivo.
